miércoles, 15 de enero de 2014

Embarazo e infección por VIH

El VIH ha sido uno de los temas más tratados en nuestro blog. Con esta entrada queremos recordar los aspectos más importantes a tener en cuenta en lo referente a la transmisión del VIH de la madre embarazada a su hijo, es lo que se conoce como “transmisión vertical” (TV).

En marzo del año pasado se publicó el “Documento de consenso para el seguimiento de la infección por el VIH en relación a la reproducción, embarazo, parto y profilaxis de la transmisión vertical del niño expuesto”, en el que participaron GeSIDA y las Sociedades Españolas de Ginecología y Obstetricia y de Infectología Pediátrica.

Lo más importante es detectar a las mujeres infectadas, ya que de esta manera se pueden poner las medidas para evitar la transmisión materno-fetal. Es recomendable que las mujeres que tengan sospecha o sepan que están infectadas se asesoraren en el caso de que quieran concebir o que estén embarazadas. Las principales razones son:

-Evitar llegar al parto sin conocer su condición de infectada por el VIH.

-En el caso de mujeres conocedoras de su infección y en tratamiento antirretroviral (TAR), es necesario la revisión del tratamiento para evitar fármacos potencialmente teratógenos.

Desde el punto de vista del clínico, es fundamental ofrecer a toda embarazada la información adecuada y la realización de la serología frente al VIH. Se pueden encontrar tres grupos de pacientes: las que conocen la infección antes de la gestación, las diagnosticadas al principio del embarazo y las diagnosticadas en fases avanzadas del embarazo.

Las mujeres infectadas por el VIH tienen un riesgo aumentado de aborto espontáneo, que se asocia directamente con el estadio de la enfermedad e inversamente con el número de CD4 y el tiempo de progresión de la infección.

Las mujeres que ya reciben TAR en el momento de la concepción, no deben suspenderlo si no es por indicación médica. La embarazada debe concocer, tanto los aspectos beneficiosos del tratamiento (reducción de la carga viral y por consiguiente de riesgo de TV) como las posibles repercusiones sobre el embarazo y a largo plazo, sobre el recién nacido. Los beneficios obtenidos con el tratamiento en la madre y el hijo superan a los riesgos potenciales de su uso en el embarazo. No se ha demostrado que el uso del TAR durante el embarazo se asocie a una mayor frecuencia de malformaciones, a excepción de Efavirenz, que está contraindicado en el primer trimestre de embarazo. El fármaco de elección a formar parte del TAR en embarazadas es Zidovudina (a excepción de que exista resistencia documentada o intolerancia al mismo), ya que se trata del antirretroviral del que se dispone de más experiencia.

El tema se complica en el caso de pacientes diagnosticadas en fases avanzadas de la gestación o durante el parto. La mayoría de los niños infectados son hijos de madres no diagnosticadas o con un diagnóstico tardío de la infección. Ante un test positivo al VIH se ha de actuar con la mayor celeridad posible para disminuir el riesgo de TV.

El periodo de mayor riesgo de TV del VIH es el momento del parto. Los factores de riesgo son la carga viral de la madre en plasma y en las secreciones cérvico-vaginales, el estadio de la enfermedad, la duración del parto, el TAR recibido y la vía de parto. Con toda la información, la forma de parto ha de ser consensuada con la madre y el equipo multidisciplinar formado por el ginecólogo, neonatólogo e infectólogo para comentar los riesgos y ventajas de las distintas modalidades.

La mayoría de los niños podrán recibir monoterapia con Zidovudina como profilaxis a la infección VIH, pero en los casos en los que haya más riesgo de transmisión vertical, deberá valorarse la triple terapia.

Con las medidas de prevención de transmisión vertical existentes, el riesgo de transmisión al recién nacido es muy bajo y la mera infección materna por el VIH no es un motivo que justifique la interrupción de la gestación. A su vez, la gestación no empeora la progresión de la enfermedad. Por eso es importante que la mujer embarazada se informe de las medidas preventivas adecuadas para evitar la transmisión del virus a su hijo, de la eficacia de las mismas y del buen pronóstico, en general, del embarazo.

Para más información os recomendamos acceder al documento. Un saludo

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