martes, 26 de noviembre de 2013

Jornada de paciente experto en adherencia

La semana pasada participé en una jornada sobre paciente experto en adherencia que organizaba la FNETH (Federación Nacional de Pacientes Enfermos y Trasplantados Hepáticos). El tema de mi participación es lo de menos, hablamos de interacciones de los inmunosupresores. Mi intención al escribir esta entrada es doble: en primer lugar, quería expresar mi agradecimiento por contar con un farmacéutico para participar en una jornada organizada por y para los pacientes. Somos un colectivo que, de forma directa o indirecta, estamos muy implicados en el proceso del trasplante (revisión de la farmacoterapia del paciente, ajustes posológicos a partir de niveles plasmáticos, nutrición parenteral, preparación de mezclas intravenosas, atención farmacéutica al alta, aseguramiento de la disponibilidad de la medicación necesaria...) y, sin embargo, solemos ser los grandes olvidados cuando se habla de los equipos multidisciplinares que atienden al paciente trasplantado. Pero estamos ahí, muchas veces en la sombra, pero estamos.

Por otra parte, también quería hacer hincapié en la utilidad de este tipo de encuentros entre profesionales sanitarios y pacientes. Nos encontramos en un momento en el que todos tenemos claro que cuanto más se implique el paciente en su patología, su tratamiento y su autocuidado, mejor le van a ir las cosas tanto al propio paciente como a la sociedad en general. Pero para eso, entre otras muchas cosas, los profesionales tenemos que bajar a la arena y responder a las demandas, cuestiones, dudas o preocupaciones que planteen los pacientes. Además, en este tipo de encuentros, podemos entender de primera mano cuales son las verdaderas preocupaciones de los pacientes respecto a su patología y sus tratamientos, que no siempre coinciden con lo que nosotros pensamos que les preocupa. Y no solo a nivel individual, sino a través de este tipo de encuentros organizados por las propias asociaciones de pacientes, que en la actualidad suponen una de las fuentes de información más importantes para los pacientes.  

Finalmente, quería agradecer el trato recibido a todos los niveles. Fue una jornada en la que nos dimos a conocer, aprendimos mucho (todos, yo el primero...) y además lo pasamos muy bien. Gracias! Espero que no sea la última.

Un saludo.

sábado, 23 de noviembre de 2013

El efecto de los medicamentos en la conducción

 Los medicamentos pueden afectar a la conducción a dos niveles principales:
  • Porque su efecto terapéutico esté contraindicado (por ejemplo, los antidiabéticos pueden producir una hipotensión intensa).
  • Porque produzcan un efecto adverso que afecte a la capacidad de conducir (por ejemplo, los antidepresivos suelen provocar sedación).
Sin embargo, la relación entre medicamentos y conducción puede ser también positiva al controlar ciertos síntomas de la enfermedad del paciente (por ejemplo, los antieméticos pueden detener nauseas y vómitos invalidantes para el conductor).

Todos estos efectos pueden variar de un paciente a otro según sus características particulares. Hay que tener una mayor precaución en el caso de la tercera edad (por posibles alteraciones hepáticas o renales que afecten su metabolismo), al principio del tratamiento y, en el caso de algunos fármacos del sistema nervioso central (como las benzodiazepinas de acción larga), con la somnolencia residual a primera hora de la mañana.

Los grupos con un mayor efecto en la conducción son:
  • Aquellos que actúan sobre sistema nervioso central: antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos, antipsicóticos, etc.
  • Antihistamínicos utilizados para el tratamiento de la alergia (efecto mínimo en los de nueva generación como loratadina o mizolastina)
  • Relajantes musculares.
  • Algunos colirios.
  • Numerosos antineoplásicos e inmunomoduladores.
Los mecanismos generales a través de los cuales un determinado medicamento podría afectar al conductor pueden ser agrupados en los siguientes:
  • Somnolencia o efecto sedante.
  • Reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción.
  • Alteración de la percepción de las distancias.
  • Hiperactividad e hiperreactividad.
  • Alteraciones oftalmológicas o de la audición.
  • Estados de confusión y aturdimiento.
  • Alteraciones musculares de carácter agudo (espasmos, calambres, incoordinación motora, etc).
En este enlace podéis acceder a una lista de los principales principios activos que pueden afectar a la conducción.   

Ahora bien, ¿cómo podemos identificar estos medicamentos?. Con la publicación del “REAL DECRETO 1345/2007, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente”, se estableció como obligatoriedad para la industria la incorporación en los envases de un pictograma sobre la conducción. Este pictograma NO prohíbe la conducción, sino que RECUERDA que es recomendable ver el prospecto donde están descritos todos los efectos adversos.

El pictograma de la conducción consiste en un triángulo equilátero rojo con el vértice hacia arriba y un coche negro en el interior sobre fondo blanco, muy similar a una señal de tráfico, con la leyenda“Conducción: ver prospecto”.













Por último, os mostramos algunos datos de consumo de medicamentos por los conductores:
  • En los países de la Unión Europea, se estima que en torno al 10% de los conductores circulan bajo la influencia de medicamentos, y que el riesgo de verse implicado en un siniestro se multiplica por dos en estos casos.
  • En España, aproximadamente un 17% de los conductores utilizan medicamentos de forma crónica, y de estos, en torno al 61% usan dos o más medicamentos (datos del Instituto Nacional de Estadística). En el 5% de las víctimas por accidente de tráfico se detectó algún medicamento, aunque esto no quiere decir que sea el único factor causal (datos del Instituto Nacional de Toxicología).
Fuente de información: Consejo General de Colegios Farmacéuticos

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Cómo controlar la mucositis oral?

Muchos de los pacientes que acuden a nuestra UFPE están recibiendo tratamiento oncológico que puede incluir quimioterapia y/o radioterapia. Los pacientes con este tipo de tratamiento a menudo sufren efectos adversos que pueden ser prevenidos o al menos controlados si se toman las medidas adecuadas.
Uno de estos efectos adversos es la mucositis. La mucositis es una inflamación de la mucosa del tubo digestivo que provoca la aparición de lesiones, principalmente en la boca y/o en la garganta, que incluyen desde un simple enrojecimiento, sequedad de boca u hormigueo labial hasta la aparición de llagas o úlceras dolorosas. Se caracteriza también por un dolor intenso que suele dificultar la deglución. Además, estas úlceras hacen que el paciente sea más propenso a padecer infecciones bacterianas, víricas o fúngicas en la boca.

¿Por qué ocurre la mucositis?
Las células de un tumor crecen sin control y de una forma más rápida que las normales. La quimioterapia y la radioterapia tienen como objetivo acabar con estas células, pero hay células sanas en nuestro cuerpo que crecen también rápidamente (como las células del tubo digestivo) y por lo tanto se ven afectadas por este tipo de tratamientos. Por eso, unos de los efectos adversos de estos tratamientos es la mucositis.

Pero hemos de aclarar que no todos los pacientes la sufren y además puede variar mucho dependiendo de cada persona, del tipo y localización del tumor, de la duración del tratamiento, del fármaco utilizado, etc. Aunque la mayoría de los medicamentos que se utilizan en oncología pueden producir mucositis oral, ésta ocurre con más frecuencia con:    5-fluorouracilo (5-FU), doxorrubicina, daunorrubicina, mitomicina, busulfan y melfalán a altas dosis, pemetrexed, etopósido, irinotecan, docetaxel, capecitabina y metotrexato entre otros.
Además, hay algunos factores del tratamiento oncológico que pueden hacer que la gravedad de la mucositis oral sea mayor como son: radioterapia de cabeza y cuello, combinación de radioterapia con quimioterapia, trasplante de progenitores hematopoyéticos, pautas de administración frecuentes (por ejemplo semanales), etc.

Prevención de la mucositis oral:
A continuación se dan unas recomendaciones:
  • Si necesita acudir al dentista, hágalo antes de iniciar la quimioterapia.
  • Hidrátese adecuadamente bebiendo en torno a 2 litros de líquido al día.
  • Mantenga una buena higiene bucal (cepillado después de las comidas).
  • Utilice un cepillo de dientes suave y ablande las cerdas con agua caliente antes del cepillado.
  • Haga enjuagues bucales pero con soluciones que no contengan alcohol. Una opción es hacer enjuagues añadiendo media cucharadita de sal y dos de bicarbonato sódico a un vaso de agua tibia. 
  • Proteja los labios con crema protectora, cacao o vaselina.
  • Tome alimentos blandos o triturados. Evite comidas picantes, saladas, ácidas, muy calientes o muy frías.
  • Favorezca la salivación con chicles o caramelos sin azúcar.
  • Si utiliza dentadura postiza y tiene mucositis, utilícela únicamente para comer.
Otras medidas que puede que le proponga su médico para prevenir la mucositis oral son la crioterapia (aplicar frío local en la boca durante el tiempo de la perfusión, por ejemplo comiendo helado) cuando se recibe 5-fluorouracilo en una perfusión de aproximadamente 30 minutos o el láser de baja intensidad si recibe quimiorradioterapia antes del trasplante de progenitores hematopoyéticos.

De todas formas, recomendamos que consulte a su médico o farmacéutico sobre el riesgo de padecer mucositis para cada caso en concreto y las medidas a tomar para prevenir su aparición.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Día de la adherencia e información de medicamentos

Mañana, 15 de noviembre, se celebra por cuarto año consecutivo, El Día de la Adherencia e Información de Medicamentos

La adherencia es la medida en la que el paciente decide libremente seguir las recomendaciones terapéuticas que le han indicado, en otras palabras, tomar correctamente su tratamiento.


Un 25% de los pacientes confiesa el “olvido” como principal motivo para no cumplir con el tratamiento prescrito. La falta de adherencia se traduce en un mal control de la enfermedad, y por consiguiente en peores resultados en salud.


Como ya sabéis, se trata de una jornada que organizan los farmacéuticos de hospital a través de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), avalada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdadcon el objetivo de difundir la importancia de tomar adecuadamente los tratamientos farmacológicos y obtener, con ello, el mayor beneficio y seguridad posibles.

Con motivo de esta celebración, solicitamos vuestra colaboración rellenando un test con información sobre cómo tomáis los medicamentos. Se trata de una encuesta voluntaria y anónima que no os ocupará más de cinco minutos y que, en este momento, se está distribuyendo en muchos hospitales españoles. En vuestra próxima visita a nuestra unidad podréis entregarla de forma anónima. 

Os animamos a contestarla, el éxito de la jornada dependerá de vuestra participación.

Acceso a la encuesta


martes, 12 de noviembre de 2013

El ruido y sus efectos sobre la salud

El ruido se define como sonido inarticulado y por lo general desagradable. Muchas veces se emplea ruido como sinónimo de contaminación acústica para referirse al sonido con una intensidad alta que puede resultar perjudicial para la salud humana. La intensidad del sonido se mide en decibelios (dB), considerándose inaceptables aquellos entornos con más de 65 dB. Por debajo de 80 dB el oído humano no presenta alteraciones definitivas y cuando la intensidad supera los 90 dB comienzan a aparecer lesiones auditivas irreversibles a mayor exposición y susceptibilidad personal.

El tráfico, las formas de ocio ruidosas como conciertos o discotecas así como algunos medios de transportes como los aviones o trenes son las principales causas de ruido en nuestro país. De hecho, después de Japón, España es el país más ruidoso del mundo y el que tiene un mayor índice de población expuesta a altos niveles de ruido, con más de 9 millones de ciudadanos que soportan niveles no recomendados para la salud.

Recientes investigaciones han demostrado que el ruido no solo afecta a la capacidad auditiva, sino también a otros órganos.  Se ha evidenciado una fuerte correlación entre contaminación acústica y enfermedades cardiovasculares, como son la hipertensión arterial o el infarto de miocardio. Otro perjudicado por el ruido es el descanso. Se sabe que afecta a la calidad del sueño, alterando sus ciclos, etapas y grado de profundidad. Además, el ruido estresa generando en el organismo un aumento de los niveles en sangre de adrenalina y cortisol, que provoca alteraciones en el sistema cardiovascular, inmune y endocrino. De la misma manera, se ha observado que el estrés crónico que produce puede reducir las defensas del organismo y hacerlo más susceptible a virus y bacterias. También afecta a nivel cognitivo disminuyendo el rendimiento en el trabajo y en la escuela, y a la salud mental, ya que se relaciona con un aumento de la ansiedad, la irritabilidad y la inestabilidad emocional.

Además el ruido también nos afecta a la hora de relacionarnos con los demás ya que interfiere en la comunicación oral y dificulta la comprensión, provocando que tengamos que elevar nuestro tono de voz y así, generar más ruido.

Pero el ruido no afecta a todos por igual, siendo los niños más vulnerables que los adultos a padecer sus efectos. Se ha demostrado que los niños que viven en hogares ruidosos suelen presentar un menor desarrollo cognitivo, del lenguaje, peor comprensión lectora y también pueden sufrir déficits de atención  y memoria. Además parece que el ruido nos afecta antes de nacer, ya que los entornos ruidosos pueden alterar la salud del feto provocando pérdida auditiva o retraso en el crecimiento si la madre ha estado expuesta a ruido crónico durante el embarazo.

¿Cómo podemos evitar el ruido?

Reducir la contaminación acústica requiere la colaboración de todos. Algunas medidas son tan sencillas como no escuchar música, TV o radio demasiado alta, alejarse de los altavoces si vamos a conciertos o discotecas, intentar conducir de forma eficiente, sin acelerones bruscos, ni frenazos y evitando tocar el claxon. Caminar, ir en bici o utilizar el transporte público contribuye a disminuir el tráfico y reducir así el ruido en las ciudades. 


Hay que remarcar que la lucha contra el ruido empieza por nosotros mismos, las administraciones y la sociedad en general. 

domingo, 10 de noviembre de 2013

El Blog UFPE Hospital La Fe se renueva

Si estás leyendo esta entrada y ya habías estado antes por aquí, habrás visto que hemos cambiado notablemente de aspecto. Sí, efectivamente, hemos mudado la piel. Queremos que este blog sea algo vivo y para ello, entre otras muchas cosas, tenemos que renovarnos de vez en cuando.


Pero este cambio implica cambios mucho más profundos que una cuestión puramente estética. En efecto, estamos preparando los nuevos contenidos de una forma más estructurada y coherente. Además, iremos abriendo nuevas secciones que os iremos anunciando a medida que se vayan poniendo en marcha.

En definitiva, se trata de una nueva vuelta de tuerca al blog con el objetivo de que sus contenidos, que vamos preparando con mucho esfuerzo e ilusión, cumplan mejor su finalidad: constituir un pequeño grano de arena que contribuya a la educación sanitaria de nuestros pacientes y de la población en general, principalmente desde la óptica de la atención farmacéutica y del medicamento.

Esperamos que así sea...

Un saludo!