miércoles, 22 de noviembre de 2017

Yo también soy hipertenso

Tengo 35 años.
No fumo.
No bebo.
No tengo colesterol.
No padezco ninguna enfermedad.
Pero de la noche a la mañana me he convertido en hipertenso.



Como habrán podido leer en alguna noticia como esta, la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología ha cambiado los parámetros para diagnosticar la hipertensión arterial. Antes hacía falta tener una tensión arterial superior a 140 de sistólica y 90 de diastólica para estar clasificado como un paciente de hipertensión. Tras una serie de estudios han decidido disminuir estas cifras a 130/80.

Con este cambio, personas como yo, que tienen de manera habitual la tensión un poco más elevada de lo normal nos hemos convertido (según este criterio americano) en enfermos.

Este tipo de cambios siempre vienen acompañados de polémica. Muchos creen que son las farmacéuticas las que incentivan a las organizaciones profesionales para que disminuyan los valores de diagnóstico. Esta teoría de la conspiración tiene sentido, a más diagnósticos de hipertensión más antihipertensivos vendidos. Sin embargo, los autores dejan muy claro que este cambio se debe a que se ha visto una mayor probabilidad de problemas cardiovasculares a largo plazo en las personas con estas cifras respecto a las personas con tensiones por debajo de 120/80. Además, remarcan que a esta población se les debe tener en cuenta antes a fin de poder modificar a tiempo sus hábitos de vida.

En este sentido, los titulares tan llamativos como los que hemos podido leer y la simplificación de los modelos pueden dar lugar a que personas sanas (como yo) se conviertan en enfermos de manera prematura. Se ha demostrado que para que en un futuro se padezcan problemas cardiovasculares hay muchos más factores a tener en cuenta además de la tensión. Una manera de estimar el riesgo de cada individuo es mediante escalas que agrupan varios parámetros. Una de las más utilizadas en España es la REGICOR que tiene en cuenta tensión arterial, sexo, tabaco, diabetes, edad y niveles de colesterol.




Con todos los parámetros recogidos calcula la probabilidad de tener algún problema cardiovascular en los próximos 10 años. Hay calculadoras online como esta que te permite calcular este porcentaje. Con mis datos me estima que tengo un 1% de riesgo, lo que demuestra que no solo es importante el control de la frecuencia cardíaca (que también) para el desarrollo de problemas cardiovasculares.

En definitiva, para los nuevos "hipertensos" como yo les recomendaría que controlaran su tensión arterial de vez en cuando (nunca está de más), que sigan una vida saludable, pero que de momento no se preocupen demasiado por su salud futura.

Cuídense!

miércoles, 15 de noviembre de 2017

¿Me tomo o no me tomo el medicamento? ¿Puedo decidir yo?

Todos los que hemos tomado medicamentos en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho esa misma pregunta. Las razones por las que se llega a esta cuestión son varias:


  • Padezco una enfermedad que en este momento,  que no me da ningún problema y me tengo que tomar un medicamento todos los días.
  • El hecho de tomar la medicación, no me hace sentir mejor
  • El medicamento que tengo que tomar me sienta mal.
  • He oído que el medicamento puede hacerme daño en un futuro.




Si ante una de estas cuatro suposiciones ha decidido no tomarse la medicación que le han  prescrito, estará ante un problema de adherencia al tratamiento, al que también se añaden todas las veces que se le olvida tomar los medicamentos. Situación que se repite de forma frecuente en los países desarrollados, donde  uno de cada dos pacientes no toma la medicación correctamente. De hecho, se considera uno de los principales problemas de salud, puesto que la adherencia terapéutica es la base para el éxito de los tratamientos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la adherencia como “el grado en que un paciente sigue las recomendaciones que los profesionales sanitarios le han sugerido (hacer dieta, realizar ejercicio físico, tomar los medicamentos).

Por tanto, la mejora de la adherencia es un objetivo primordial de todo el sistema sanitario. En este sentido, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) celebra el 15 de Noviembre el "Día de la adherencia e información de medicamentos". Se trata de una jornada de sensibilización para los ciudadanos sobre la importancia del seguimiento de los tratamientos. Como cada año, participan hospitales de toda España, y cuenta con el respaldo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Para abordar este problema, es clave la educación de los pacientes sobre los tratamientos. La información y conocimiento de sus medicamentos puede ayudar a los pacientes a entender qué están tomando y con qué finalidad. Por ejemplo en los casos anteriores:

1) En el primer supuesto podría ser un paciente en tratamiento con acenocumarol (Sintrom®). Ha de saber que aunque no tenga en ese momento problemas con su enfermedad, si deja de tomar el medicamento puede ser peligroso, ya que con el tiempo se pueden formar coágulos en la sangre.

2) En el segundo, podría ser un tratamiento hipolipemiante (para bajar el colesterol, principalmente). En este caso el paciente no nota mejoría cuando lo toma y los resultados analíticos  tardan en verse. Sin embargo, es imprescindible que se tome el medicamento todos los días para disminuir el riesgo de infartos o problemas cardiovasculares del futuro.

3) Hay medicamentos que los primeros días producen pequeños efectos molestos, pero con el tiempo se van tolerando mejor. Es importante saberlo para no abandonar el tratamiento antes de que estos efectos desaparezcan.

4) En el cuarto caso, es el ejemplo de los analgésicos, como la morfina, en que los pacientes no lo toman, por miedo a habituarse. En estos casos, son capaces de sufrir dolor innecesario por miedo a tomarlo.

Por tanto la toma de decisiones respecto a su tratamiento implica potenciales riesgos. En este sentido es muy importante la figura del paciente instruido, que tiene información adecuada sobre los medicamentos, y sabe qué hacer ante distintas situaciones.  Además está implicado en el tratamiento, se responsabiliza del mismo y conoce las consecuencias de no tomar la medicación. En definitiva, el paciente debe participar activamente en la gestión de su enfermedad y buscar asesoramiento en el personal sanitario.

Las medidas generales que los profesionales sanitarios pueden establecer son:

  • Simplificar los tratamientos, con el menor número de tomas diarias, consiguiendo que forme parte de la rutina diaria, respetando las preferencias del paciente.
  • Dar información de cómo tomar los medicamentos, cuál es el objetivo del tratamiento, qué hacer ante los olvidos,  los posibles efectos adversos que pueden aparecer y cómo actuar ante ellos.
  • Recomendar formas de no olvidar la administración del medicamento, ayudándo al paciente a programar la toma de medicamentos, mediante el uso de pastilleros o diferentes sistemas de recordatorios. Existen formas de aviso sencillas, como las  aplicaciones móviles (apps) de fácil  manejo: Recuerdamed y Expertsalud (ver página eDruida y apps para la adherencia ).
  • Ser accesible mediante consultas telefónicas o por vía telemática.
El farmacéutico es un profesional sanitario experto en medicamentos, que te puede ayudar a mejorar la adherencia.

¡Consúltanos, estamos cerca de ti!



miércoles, 27 de septiembre de 2017

¿Por qué me han cambiado de Truvada® a Descovy®?

Esta es una pregunta que muchos pacientes con VIH se harán en los próximos meses. La reciente comercialización del fármaco Descovy® (emtricitabina + tenofovir alafenamida) está empezando a sustituir los tratamientos con Truvada® (emtricitabina + tenofovir disoproxilo). Para saber el motivo hay que indagar un poco.




Tras la aparición de los primeros fármacos antirretrovirales, allá por la década de los noventa, el objetivo de la terapia contra el VIH se centraba únicamente en reducir la carga del virus en sangre y aumentar los niveles de linfocitos CD4+. Con el paso del tiempo, los avances en el tratamiento antirretroviral han conseguido convertir el VIH en una enfermedad crónica, que se logra controlar con los fármacos disponibles y una adherencia adecuada del paciente.

La evolución de la terapia antirretroviral ha permitido a los pacientes con VIH envejecer. Sin embargo, esta buena noticia ha generado otros problemas. Ya no vale solo con reducir el virus en sangre, ahora necesitamos tratamientos muy seguros que no presenten toxicidad a largo plazo y nos puedan provocar otros problemas.

En el año 2006 se autorizó en España el fármaco Truvada® para la infección por VIH. Se trataba de la combinación de dos principios activos: emtricitabina (inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleósido) y tenofovir disoproxil (inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleótido). Desde entonces ha sido uno de los antirretrovirales más utilizados por su eficacia, seguridad y comodidad, ya que permite pautas de un comprimido al día asociado a otros tratamientos. 

Se ha visto que en algunos pacientes que están en tratamiento durante años, tenofovir disoproxil provoca daño en los riñones y osteoporosis que termina obligando a cambiar de antirretroviral. Este daño se produce por las altas concentraciones de tenofovir disoproxil en la sangre.

En este contexto se acaba de desarrollar Descovy®, la combinación de emtricitabina más tenofovir alafenamida. Esta nueva formulación de tenofovir alafenamida hace que el fármaco entre más fácilmente en las células de nuestro organismo, donde ejerce su efecto. De esta manera se puede utilizar a dosis mucho menores que con el antiguo tenofovir disoproxil con el mismo efecto. Como se puede ver en la imagen, 300 mg de tenofovir disoproxil equivalen a solo 25 mg de tenofovir alafenamida. Y por lo tanto, al haber menos fármaco en sangre se produce menos daño en los riñones.



Este es un buen ejemplo de como una pequeña modificación química en la estructura más elemental de un fármaco pueden afectar a la eficacia o seguridad del medicamento. En este caso, los resultados de los ensayos clínicos han sido muy positivos, por lo que solo nos queda esperar que mejoren los resultados en salud de los pacientes en tratamiento con esta combinación. 

Sara Ruiz el Jerche
Vanesa Pérez Muro

jueves, 13 de julio de 2017

La adherencia en el paciente trasplantado. "La pregunta del millón"

El trasplante de órganos hoy en día constituye la única alternativa para muchos pacientes cuya situación clínica ya es crítica. Esto supone un estudio y seguimiento previo del paciente, su inclusión en lista de espera de trasplante tras evaluación por un comité especializado, esperar un órgano compatible, el riesgo de la intervención quirúrgica y el seguimiento clínico post-trasplante. 


Ahora viene la pregunta del millón, ¿por qué después de todo este esfuerzo por parte del paciente y del sistema sanitario (y no olvidemos la inversión económica) el paciente no siempre toma correctamente su tratamiento?, cuando de ello depende la supervivencia del trasplante.



Para hablar de esto, primero vamos a definir qué es la adherencia. La Organización Mundial de la Salud  (OMS) en su “Proyecto sobre Adherencia Terapéutica a Largo Plazo” (2004), define la adherencia a un tratamiento prolongado como “el grado en que el comportamiento de una persona (tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida) se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria”.

La OMS reconoce la falta de adherencia al tratamiento a largo plazo de las enfermedades crónicas como un problema mundial de magnitud alarmante, que en los países desarrollados puede llegar hasta el 50% de los pacientes. Es decir, uno de cada dos pacientes no toma correctamente su medicación. 

En pacientes trasplantados estas cifras oscilan entre 24-70%, según el tipo de trasplante y métodos de medición. Pero lo que es evidente es que son cifras demasiado altas y sigue siendo una de las principales causas de rechazo y por lo tanto de pérdida del órgano trasplantado. De modo que, además de no conseguir los resultados para la salud esperados, aumentan los costes sanitarios debido al mayor número de visitas médicas, pruebas, cambios de tratamiento y, por supuesto, retrasplantes.

Como en cualquier otra enfermedad crónica, el tratamiento de un paciente trasplantado es de por vida y en la mayoría de los casos muy complejo. Al tratamiento inmunosupresor para evitar el rechazo (2 ó 3 medicamentos) se le suma el resto del tratamiento de base del paciente, según su enfermedad, e incluso más medicamentos para tratar los efectos adversos producidos por todos los anteriores.  Un aspecto importante es que una vez se le da el alta del hospital, el paciente es el responsable de tomar correctamente toda esta medicación.

Puede parecer un tema con fácil solución, pero esta falta de adherencia es consecuencia de diversas barreras que encuentran los pacientes y sus familiares a la hora de cumplir con el tratamiento. De hecho se han identificado claramente diferentes factores que afectan negativamente a una correcta adherencia al tratamiento y que se pueden agrupar en cinco dimensiones, tal como se muestra en la siguiente imagen:



Por lo tanto, para mejorar la adherencia de los pacientes a su tratamiento, es necesario identificar y resolver los problemas relacionados con cada uno de estos factores. Algunos de ellos no se pueden modificar fácilmente, pero sobre otros sí se puede actuar. Por ejemplo:
  • Mejorando las características de los tratamientos: intentando simplificarlos, con menos tomas diarias, ajustándolos a las actividades diarias del paciente o a sus preferencias y tratando de prevenir efectos adversos.
  • Mejorando el conocimiento del paciente sobre su tratamiento: el objetivo y la necesidad tomarlo (que entienda los riesgos y consecuencias de una falta de adherencia), las recomendaciones de cómo tomarlo, sus posibles efectos adversos y la adquisición de habilidades para no olvidar la toma de medicación.
  • Mejorando la accesibilidad a los profesionales sanitarios, para resolver dudas o para un mejor seguimiento, mediante consultas telefónicas o por vía telemática.

En definitiva, el paciente debe participar activamente en la gestión de su enfermedad y cada uno, en función de sus circunstancias, necesitará un tipo ayuda o de intervención y debe buscar asesoramiento en el personal sanitario.

El farmacéutico es un profesional sanitario experto en medicamentos que le puede ayudar a mejorar la adherencia, mediante información sobre el tratamiento, cual es el objetivo, cómo tomarlo y qué hacer si olvida una dosis, el modo de prevenir o manejar los posibles efectos adversos, así como ayudarle a programar la toma de medicamentos mediante el uso de pastilleros o diferentes sistemas de recordatorios.

¡No dude en consultarnos!

jueves, 6 de julio de 2017

¿Influye el grupo sanguíneo en el carácter de las personas?

Cada poco tiempo podemos leer en las noticias que hay algunas empresas japonesas que discriminan según el grupo sanguíneo. Este hecho tan curioso se debe a que está muy arraigado en la cultura popular japonesa la idea de que nuestro carácter y nuestra forma de trabajar puede estar influido por el grupo sanguíneo.

Antes de seguir, es necesario explicar que el grupo sanguíneo de cada persona está determinado por una molécula  que está en el exterior de algunas células (no solo las de la sangre). Hay dos tipos de moléculas, una determina que tienes el grupo sanguíneo A y la otra hace que tengas el B. También se pueden tener los dos tipos a la vez, grupo AB, y si no tienes ninguno de los dos, cero. La gran importancia de conocer los grupos sanguíneos es para evitar reacciones adversas en transfusiones, como se puede ver en la siguiente infografía:




Volviendo al tema, los argumentos discriminatorios se basan en teorías envueltas en una piel de “cientificismo” para así conseguir otorgarle un aura de objetividad. La base “científica” de esta discriminación se basa en un artículo publicado en 1929 en Japón: “Estudio del Temperamento y los Grupos Sanguíneos”. En él se afirmaba que las personas según su grupo sanguíneo eran más impulsivas (B) o tranquilas (A y 0), incluso se llegaba a decir que los AB eran personas bipolares e impredecibles por mezclar distintos grupos sanguíneos. No cabe decir que esta teoría no se ha confirmado, y que se trata de un estudio poco riguroso y fiable. Sin embargo, la idea caló fuerte en la sociedad nipona y actualmente está prohibido por ley preguntar sobre el grupo sanguíneo en las entrevistas de trabajo para evitar prejuicios a la hora de contratar personal.

Puede resultarnos ridículo en nuestra sociedad occidental, pero no lo es más que pensar que la memoria del agua nos puede curar. Pero, ¿hay algo de verdad de que el grupo sanguíneo puede influirnos? Sí, hay estudios que demuestran que según el grupo sanguíneo es más probable sufrir ciertas patologías. Por ejemplo está demostrado que las úlceras pépticas, producidas por un microbio Helicobacter pylori son más frecuentes en pacientes con grupo sanguíneo 0. Esto se debe a que le es más fácil a la bacteria adherirse a la pared del estómago y producir la úlcera. Y no es la única patología relacionada con algún grupo sanguíneo.

En conclusión, tener un determinado grupo sanguíneos no influye en nuestro carácter. El hecho de que hayan estudios no indica que esté demostrado que sea verdad. Tan importante como que hayan estudios es que éstos sean de calidad. 

viernes, 9 de junio de 2017

Jornada sobre el paciente experto en su farmacoterapia: ¿nos movemos?

¿Qué se debe hacer y qué no para formar a los pacientes en salud?
¿Qué herramientas podemos utilizar?
¿Cuál es la visión y participación de las instituciones, profesionales sanitarios y pacientes?

Estas son algunas de las preguntas que vamos a intentar resolver el lunes 12 de junio en la primera jornada sobre el paciente experto que organiza el Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

Para ello, vamos a contar con la participación de ocho colaboradores de nivel:

José Luis Poveda Andrés
Director del Área del Medicamento. Jefe de Servicio de Farmacia. Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

José Francisco Ávila de Tomás
Médico. Bloguero. Grupo de Nuevas Tecnologías de SoMaMFyC.

Miguel Ángel Máñez Ortiz
Economista. Autor del blog Salud con cosas.

Emilio Monte Boquet
Farmacéutico. Coordinador de la estrategia UFPE 2.0. Servicio de Farmacia. Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

Mònica Moro Mesa
Médica. Impulsora proyecto Juntos contra el aislamiento digital #Sherpas20.

José Manuel Ventura Cerdá
Farmacéutico. Subdirector General de Optimización e Integración. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública.

Rosario Ros Navarret
Enfermera. Autora del Blog Cuidando neonatos. Unidad de Docencia La Fe. Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

José Daniel Royo Sanchis
Psicólogo. Paciente experto en diabetes. Autor del blog diabetestipo1.


Inscripción

Para asistir a la jornada no se requiere de ningún tipo de inscripción. Es gratuita y abierta a todo el que le interese.

Participación

Puedes seguir la jornada y participar con el hashtag #EmpoderaLaFe o desde la cuenta de @eDruida_. Más información en www.edruida.com

Programa



jueves, 1 de junio de 2017

¿Te has realizado la prueba del VIH?

Hoy queremos recordar que, a pesar de los programas actuales de prevención y tratamiento, la infección por VIH sigue siendo un problema de salud pública importante. En España se estima que sigue habiendo casi 10 nuevos diagnósticos de VIH por cada 100.000 habitantes al año. Pero tenemos otro problema, y es que se calcula que un 20 % de las personas con infección por VIH está sin diagnosticar.
La OMS, dentro de su estrategia mundial contra el VIH para los próximos años, ha propuesto impulsar las estrategias de prevención, mediante el tratamiento de todos los pacientes con VIH, la profilaxis pre-exposición (el uso de fármacos antirretrovirales antes de una práctica de riesgo para prevenir la infección por VIH) y programas de uso del preservativo. Pero sin duda una de las medidas más importantes consiste en garantizar que todas las personas infectadas por el VIH conozcan su estado serológico, es decir, sepan si tienen VIH o no.  Sobre todo en aquellos grupos más expuestos por realizar prácticas de riesgo de contagio.

Según el “Informe sobre vigilancia epidemiológica del VIH y Sida en España” (Ministerio de Sanidad, junio 2016), la vía de transmisión más frecuente actualmente es la sexual: en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres (HSH) (53,6%), y en heterosexuales (25,4%). De hecho, la mayoría de los nuevos diagnósticos es en hombres (85,9%), con una edad entre los 30 y 49 años. Con mucha menor frecuencia (2,8%) encontramos la transmisión por inyección de drogas.
También según el mismo informe,  casi la mitad (46,5%) de los nuevos diagnósticos  fueron tardíos, es decir, se realizaron cuando ya había manifestaciones clínicas de la enfermedad, como infecciones. Este hecho, además de ser perjudicial para el paciente, aumenta la posibilidad de transmisión.
En este sentido, es muy importante realizar un diagnóstico temprano de las personas con VIH que permita iniciar el tratamiento lo antes posible. Y para ello es necesario llegar a las poblaciones clave (en especial a los hombres que tienen relaciones homosexuales, los consumidores de drogas inyectables, los trabajadores sexuales, las personas transgénero y los presos), con iniciativas preventivas eficaces que incluyan formación e información.
Las organizaciones GESIDA y SEISIDA, en su “DOCUMENTO INFORMATIVO SOBRE LA INFECCIÓN POREL VIH” que han publicado recientemente, recomiendan realizar la prueba del VIH en los siguientes casos: 

Y ¡ojo!, siempre es necesario obtener el consentimiento de la la persona antes de realizar la prueba.
Saludos,




jueves, 18 de mayo de 2017

Escuela de pacientes

Estamos viviendo un cambio en el mundo de la salud. Antes los pacientes acudían a los centros sanitarios, les hacían una serie de pruebas, les prescribían algo y se iban a casa a tomarse los medicamentos hasta la próxima visita. 

De esta manera, la mayoría de los pacientes no sabían muy bien qué enfermedad tenían, ni qué se podía esperar de ella, ni mucho menos qué eran todas esas pastillas que se tenían que tomar. En este problema, los profesionales sanitarios tenemos nuestra parte de responsabilidad. Son célebres algunas frases típicas de hospital como "Usted no se preocupe", "Cuanto menos sepa mejor" y el peor "Confíe en mí, que yo de esto sé".

Pero claro, los pacientes necesitaban saber. Gracias a las nuevas tecnologías apareció el llamado Dr. Google (aquí hablamos de él). Mucha gente empezó a utilizarlo y a creer todo lo que decía porque era rápido, era sencillo y siempre contestaba. El problema, que en google todo el mundo tiene algo que decir, ya sea cierto o no.


Poco a poco han ido apareciendo iniciativas muy interesantes de profesionales sanitarios para fomentar la educación de los pacientes. Cuentan con información veraz, útil y en un lenguaje adaptado que ayuda a los pacientes a entender su enfermedad y hacerlos participes de su tratamiento.

Nos gustaría destacar una de las mejores iniciativas que han sido desarrolladas. Se trata del portal escueladepacientes.es de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

Se trata de un portal muy completo en el que los pacientes pueden encontrar mucha información sobre algunas enfermedades (cáncer, diabetes, enfermedades neurológicas...). Para ello utiliza diferentes herramientas: guías escritas, aulas virtuales, talleres, preguntas a expertos... 

Destacamos sus videochats donde se habla y se responden preguntas por profesionales sanitarios de una manera más dinámica. Además de su repositorio con algunas aplicaciones móviles y blogs de salud que siempre son interesantes.





Cuídense!

jueves, 4 de mayo de 2017

El escondite de los antivacunas

El ser humano a veces resulta un espécimen de lo más curioso. Aparte de la ya conocida piedra con la que nos gusta tropezar una y otra vez, es interesante ver como cuando logramos solucionar un problema, o por lo menos paliarlo, siempre hay alguien que opina que el remedio es peor que la enfermedad. En este sentido, se podría destacar a los negacionistas del VIH, es decir, gente que opina que el virus que provoca el SIDA es una gran mentira, y por supuesto al movimiento antivacunas.

La semana pasada pudimos ver el bochornoso espectáculo que dio este pequeño colectivo atacando en redes sociales a la bloguera Lucía Galán. En resumen, se trata de un grupo de personas que piensan que las vacunas son tóxicas y que causan enfermedades como el autismo, por lo que nadie debería utilizarlas.

Las razones que aluden los antivacunas son bastante conocidas. Las podemos resumir en este vídeo:


Para más información sobre estos mitos de las vacunas puedes ver nuestro tema de eDruida

Partiendo de la base de que todas las opiniones son respetables y que cada uno está en su derecho de escoger aquella que más le convenza, el problema con los antivacunas requiere un trato diferente. En este caso, el hecho de vacunarse o no, es un asunto de salud pública que afecta tanto a los que están a favor como en contra.

Me explico. Antes del descubrimiento de las vacunas, algunas enfermedades infecciosas como la polio podían pasar de una persona a otra sin ningún problema. Así, la enfermedad se propagaba sin que nadie pudiera hacer nada. Con la aparición de las vacunas y su implantación en los sistemas de salud hemos creado la llamada inmunidad de grupo. Es decir, como la gran mayoría de personas están vacunadas, y por lo tanto no pueden enfermar, el riesgo de contagio disminuye sustancialmente. De esta manera, una persona que no se vacuna puede permanecer toda la vida con un riesgo bajo de infectarse.

Para entender bien este fenómeno, en el siguiente GIF se puede ver el efecto de una enfermedad infecciosa en una población según el porcentaje de personas vacunadas (azul: no vacunado, amarillo: vacunado, rojo: infectado).




Parece llamativo que el hecho de que la mayoría de personas se vacunen protege a los que deciden no hacerlo. Así, se crea un escondite desde el que pueden opinar en contra de las vacunas sin riesgo a enfermar. Como bien argumenta Lucía Galán, en los países africanos al no contar con esta inmunidad de grupo nadie se puede permitir ser un antivacunas.

¿Pero qué pasa si está moda se extiende? La respuesta es bastante sencilla, con cada persona no vacunada el riesgo aumenta. Ya se están viendo casos de enfermedades olvidadas en nuestro país que reaparecen en personas que no han sido vacunadas.

En definitiva, dejemos de tropezar siempre con la misma piedra y que la sensatez gane por una vez.

lunes, 10 de abril de 2017

En el día internacional de la homeopatía... ¡Homeopatía gratis!


En el "Día Internacional de la Homeopatía" que hoy se celebra, se ha puesto en marcha una irónica campaña para pedir “homeopatía gratis para todos”. ¿Y cómo conseguirla? Pues haciendo algo tan sencillo como abriendo el grifo de casa, una botella de agua o bebiendo de la fuente más cercana, pues la homeopatía no es más que azúcar y el agua por el que alguna vez pasó una molécula del principio activo de la supuesta medicina. Nos unimos a esta campaña de promoción de este "arte" (porque de ciencia no tiene nada) que es la homeopatía, ya que hay que tener mucho arte para montar un negocio millonario a partir de la nada.

Os dejamos el enlace a un par de entradas sobre este tema que publicamos en este nuestro blog:


¡Saludos!

Aprendiendo sobre medicamentos... Uso compasivo de medicamentos, ¿qué es?